25 de octubre de 2010

Por el paseo marítimo de esta ciudad costera, tú me enseñabas a patinar. Podía verse mi alegría reflejada en mi sonrisa, la cual intentaba que fuese lo más tierna posible. Tú te reías al ver como me caía, sin embargo corrías a ayudarme en cuanto intuías que podía hacerme daño.
Una pareja de ancianos estaba sentada en un banco, mirando atentos a la escena,  ella le comentaba a él sobre el pasado, cuándo eran jóvenes.
"Ojala pudiese volver a vivir todo el tiempo que hemos compartido en todos estos años, cada segundo en el que mi corazón ha latido por ti."
Él se sonrojó al poder escuchar sus pensamientos.
"Si volviese a nacer, volvería a buscarte para pasar otra vida contigo."

Desde lejos, vimos como aquellos adorables ancianos, se amaban tal y como nosotros lo hacíamos ahora, vimos nuestro futuro en un plano presente. Pensé que tal vez él, le habría enseñado a patinar a ella, aquí, en este mismo lugar donde les gustaba pasar las mañanas.
Toda una vida, queriéndose.
Respirando, el uno para el otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario